Juan Pedro «Me encantaría actuar con las Nancy Rubias en la plaza del Rei»

El periodico.com

Desde su aparición en el documental de MTV, a propósito de la boda de Alaska y Mario, hay un portal en Facebook: Para que le hagan un reality a la Juan Pe, con casi mil seguidores. Aquí va un aperitivo de lo que podría dar de sí la idea: su 'reality' en Ciutat Vella, donde vive.

«Me encantaría actuar con las Nancy Rubias en la plaza del Rei»

Yo en este siglo, no existo». La contundente afirmación de Juan Pe, confeccionista de ropa y guitarrista de las Nancys Rubias, pone rumbo a la selección de sus lugares más interesantes del distrito de Ciutat Vella.

Aunque llegó a Catalunya siendo aún muy pequeño, cuando sus padres y sus tres hermanos se trasladaron a vivir aquí, Juan Pedro del Moral nació en Córdoba el 27 de agosto de 1963. Pero a él, la época en la que le hubiera encantado vivir -asegura- es la que lleva el nombre de la reina Victoria de Inglaterra. «Nunca he sido moderno. Yo soy más bien clásico, aunque nadie se lo cree. Me gusta la gente que, a las cinco de la tarde, está de Channel y, de noche, de etiqueta. Por eso la época victoriana es mi favorita, en el Londres de la gente que vestía con elegancia», dice el modisto de Fangoria (Alaska y Nacho Canut) www.littlejoe.es

Cada mañana, este vecino de Ciutat Vella, desde 1992, saca su coche del párking, en la calle de Pintor Fortuny, para conducirlo hasta el Poblenou, donde está el taller familiar en el que comparte sus jornadas laborales con dos de sus tres hermanos, Mª Carmen y Toni. «Yo quise ser periodista, me atraía la idea de conocer la vida de los otros. Pero solo fui un día a la Facultad. No me gustó nada el ambiente», dice Juan Pedro. «Y, como la confección siempre me había gustado, me metí en ella y aquí sigo», añade.

AVE y María

Todos los fines de semana que puede, Juan Pe se sube al AVE para reunirse con sus amigos en Madrid. «Los tengo todos allí. En Barcelona solo trabajo y, como no me gusta salir de noche, tampoco salgo», dice.

Algo que sí hace siempre que está en Barcelona es acudir a la iglesia de Santa Gemma (Capità Arenas, 9) el 14 de cada mes. «Ese día, sacan un huesecito de la santa y lo puedes besar y pedirle algo», explica. «Yo soy muy devoto de esta santa, llevo muchos años haciéndolo. Y algunas cosas se me han cumplido», añade.

Ahora, uno de los sueños de este confeccionista y músico es encontrar piso. «Quiero un principal de 300 metros cuadrados y patio interior, con entrada solo para mí y, a poder ser, en el paseo de Gràcia con Consell de Cent. El Eixample del plan Cerdà es total», opina, antes de concluir su autoanuncio: «Si tú lo tienes, llámame». «Pero no lo quiero en el Gaixample, ¿eh? No tengo nada que ver con él», puntualiza Juan Pedro.

Después de diecinueve años de habitar en el Raval, algo ha hecho poner la mirada de este vecino fuera de él. «Cuando yo me instalé aquí fue porque me encantaba vivir en el centro de la ciudad. Y vivo en un piso de casi 140 metros cuadrados, en una finca de principios del XVIII, un palacio, que ahora tienen que reformar, en la calle del Carme, haciendo esquina con la Rambla. Sí, hay cosas que me unen a todo esto», expresa. ¿Pero entonces...? «El ambiente que se ha creado en Ciutat Vella no me gusta. Me gustaba más antes, incluso con la progresía, me gustaba mucho más», confiesa. «Ahora, entre los robos, y que sea un barrio tan turístico... Me gusta lo que hay, pero no el ambiente. Me gusta el Macba, pero no que la gente se ponga en la plaza a beber y que encima deje las botellas», señala.

«Yo no piso las Ramblas»

«¡Uy qué palo! Ahora tenemos que cruzar las Ramblas», exclama Juan Pe, de camino al palacio Marquès de Llió, el único de sus cinco lugares de Ciutat Vella escogidos, que no está en el Raval. Lo dice por el tumulto, siempre huye de él. «Yo no piso la Rambla, hay demasiada gente», declara. En cambio, calles tan centrícas y, sin embargo, tan tranquilas como la de Notariat, le encantan. «Y la entrada del Col·legi de Notaris es de lo mejorcito de Barcelona», opina el vecino del Raval.

«Esta ciudad, junto con Madrid, Nueva York, Los Ángeles y Tokio es una de mis favoritas. Aquí, menos manifestarme, he hecho de todo. Aunque, las fechas más importantes de mi vida las he pasado en Madrid», puntualiza.

«Cuando vienen Olvido y Mario, vamos a las tiendas de discos de la calle de Tallers, a Riera Baixa, a por singles de segunda mano, o a las tiendas de góticos», explica Juan Pe, acérrimo lector de revistas. «Yo siempre quise tener un quiosco, porque me fascinan las revistas. Me leo el Cuore, bueno, los pies de foto, mientras tomo el café, y me puedo pasar el fin de semana entero leyendo el Vogue, el Vanity Fair... todas las de moda o coches... menos las de fútbol, me gustan todas», dice el coleccionista de l a revista Hola. «Hola me parece una magnífica radiografía antropológica de España», afirma, convencido, el diseñador y músico.